lunes, 9 de febrero de 2015

Cerrando el círculo

Buenas tardes. Hoy no me voy a extender mucho. La entrada de hoy simplemente es para despedirme. Cuando retomé el blog lo hice con muchas ganas, sobre todo a la vuelta de Navidades, pero a veces las cosas no salen como a uno le gustaría y las obligaciones pesan más que aquello que nos gusta hacer. Ya se sabe: primero la obligación y luego la devoción. Así que por temas laborales, domésticos y demás no consigo mantener el ritmo. No se trata solo de no tener tiempo o ganas de escribir, que eso no supone un problema, sino el buscar los temas. Para redactar un blog que carezca de la calidad suficiente mejor dejarlo. Asi que tras muchas vueltas y valorar pros y contras, he decidido dejarlo. No sé si será de forma definitiva o solo por un tiempo o si volveré con este u otro proyecto. Me da pena, la verdad pero es lo que toca. 

Eso sí, quiero dar las gracias a tod@s l@s que habéis estado ahí, porque me he sentido muy arropada y ha sido una experiencia muy gratificante que me ha permitido conocer a un montón de personas estupendas. Especiales gracias a Darío Vilas (que desde el momento 0 ha apoyado a Lastrend), a Pymes Unidas, Total Servicios y Himay Zapatos y Complementos que se han volcado de forma increíble y espero verlos crecer y tener muchísimo éxito.

Nada más. Sólo que espero veros pronto. Un gran abrazo.

martes, 3 de febrero de 2015

Febrero, el mes del amor... o qué un rayo parta a Cupido

Sí, sí. Tarde, mal y a rastras, pero las obligaciones laborales me han retrasado esta semana o, más bien, me han freído las neuronas, que parece empiezan a recuperarse. En fin, que con las tonterías, ya estamos en febrero, ese mes tan fascinante, lleno de corazones, pétalos de flores y música de violines o lo que viene a ser lo mismo, la mayor chorrada del universo, léase San Valentín. Llamádme descreída, si queréis o poco romántica, si lo preferís, pero os equivocaréis. Pese a lo que pueda parecer soy bastante romántica (por favor, no confundir con ñoña, que no es lo mismo) pero el resto del año. Siempre he sido antisanvalentín.

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¿Y porqué? No tanto por el hecho de que sea una fecha que incita al consumismo, que de eso tenemos un montón (navidades, el día de la madre, del padre...) sino porque parece que es obligatorio tener pareja o porque si no regalas algo u organizas algo especial con tu pareja ese día pues parece que lo quieres menos. Y yo me pregunto, ¿qué pasa? ¿qué hay que tener pareja sí o sí? o ¿es que eres peor persona si le regalas a tu pareja algo el 15 de febrero en vez del 14? Y es más, ¿y si te han dejado poco antes de esta fecha? Malditas las ganas de ver tarjetitas con mensajes absurdos y churretosos. En fin, que he decidido sumarme a los movimientos antisanvalentín que hay por facebook y twitter y de sumarme a #desmontandoacupido o #adióscupido y que le den por donde yo me sé al mes del amor. Y que conste que me parece perfecto que haya a quien le guste estas fechas, que para gustos colores. Y si a vosotr@s os ha gustado este artículo, no olvidéis compartirlo en vuestras redes sociales. Feliz semana!

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