lunes, 20 de diciembre de 2010

Y llega la Navidad

Y ante estas fechas tan señaladas, Lastrend se viste de verde, rojo y blanco con una serie de reportajes especiales sobre cine, moda y compras navideñas. Así, hoy empezamos con la recomendación de una película de Navidad un tanto diferente. Hablamos de Pesadilla antes de Navidad, de Tim Burton, filme rodado en 1993 que con guión de Burton y dirección de Henry Selick. La película narra la historia de Jack, un esqueleto que vive en la ciudad de Halloween y que, por casualidad, descubre la Navidad. La historia de Burton se ha convertido en una película de culto de la que ha salido todo tipo de productoss: bolsos, camisetas, pósters, chapas... conquistando los corazones de diferentes generaciones. Además, el pasado año, Disney sacó una nueva versión de la película en 3D.




En forma de musical, Pesadilla antes de Navidad comienza con la celebración de Halloween, fiesta de la que Jack se encarga todos los años. Cansado de hacer siempre lo mismo, el esqueleto, acompañado de su perro Zero, vagará por el bosque. La casualidad hace que llegue a una ciudad en la que celebran la Navidad y el mundo de Jack da un vuelco. Cuando vuelve a su ciudad, empieza a investigar sobre la Navidad y su significado. Tras muchas vueltas, el protagonista llega a la conclusión de que la única forma de encontrar sentido a estas fechas y a su vida es secuestrar a Santa Claus y celebrar su propia Navidad. Para ello pedirá ayuda a sus convecinos, a los que asignará diferentes funciones. Sally, quien está enamorada en secreto de Jack, le advierte de que no es buena idea, pero el esqueleto está demasiado emocionado. Sin embargo, la joven tiene razón y las cosas se complicarán. Aunque como en todo cuento de Navidad habrá un final feliz.


La idea de Pesadilla antes de Navidad nació a principios de los años 80, cuando Burton paseaba por las calles de Los Ángeles y vio que en una tienda quitaban los objetos de Halloween para poner los de Navidad. El contraste entre Santa Claus y los esquelestos, entre las calabazas y los árboles navideños le produjo sentimientos encontrados que reflejó, poco después, en un largo poema para niños titulado Pesadilla antes de Navidad. En aquel momento, Burton comenzaba a despuntar como animador en los estudios Disney y comenzaba a trabajar en su primer cortometraje, Vicent, un homenaje a su ídolo de la infancia Vicent Price. Diez años después, Burton estaba en la cima de su carrera, después de Batman, Bitelchus y Eduardo Manostijeras, en las que el humor negro se mezclaba con ciertos toques góticos. El director consideró que era el momento perfecto para desenpolvar su poema y tratar de convencer a la Disnet para que lo convirtiera en un largometraje de animación.



El principal problema era que Burton quería rodar Pesadilla antes de Navidad con la técnica del stop-motion, algo que ya había hecho en Vicent. Sin embargo, nadie se atrevía a hacer un largometraje empleándola. Finalmente, Disney aceptó producir el proyecto a través de Touchstone Pictures que, en 1988 había combiando en ¿Quién engañó a Roger Rabbit? imágenes reales con dibujos animados. Además, el animador Henry Selick se hizo cargo de la producción, al mando de un equipo de más 140 técnicos. El rodaje resultó enormemente laborioso, ya que el equipo de animación a penas llegaba a producir 70 segundos de material utilizable a la semana. Pero Burton no sólo contó con el apoyo de la Disney y la colaboración de Selick, sino que al proyecto y, en la parte musical, se unió el compositor Danny Elfman que compuso la banda sonora, escribió diez canciones originales y puso la voz al protagonista y a dos personajes más. Finalmente, la película fue un logro técnico y todo un éxito desde su estreno, siendo nomianda al Óscar en 1994 a los Mejores Efectos Visuales. El mismo año, obtuvo una nominación a los Globos de Oro a la Mejor Partitura, así como a los premios Hugo a la Mejor Película Dramática.



Pero el éxito de Pesadilla antes de Navidad no se debe sólo a la complejidad técnica, que convierten la cinta en una obra de artesanía, sino también en los sentimientos, obsesiones y sueños que Burton plasma en ella. Así, al principio se nos presenta a un personaje pérdido, cansado de la rutina y al que nada llena. Cuando descubre un nuevo mundo, no sólo se emociona, sino que se obsesiona por integrarse en él y cambiar. Sin embargo, los habitantes de ese nuevo mundo, el de la Navidad, le harán ver que no encaja y que no será querido. Es en ese momento, cuando vuelve a apreciar su naturaleza y lucha por volver a ser él mismo. Una preciosa metáfora de la lucha del ser humano por encontrar respuestas y su verdadera naturaleza.



Pesadilla de Navidad se ha convertido con el paso de los años en una cinta clásica de la animación para niños y adultos que ha sido bien acogida por las nuevas generaciones que le han hecho un hueco en las redes sociales, como Facebook. Además, en 2008, coincidiendo con el 15 aniversario del estreno de la cinta, Disney sacó una nueva edición en 3D. La transformación a este formato fue llevada a cabo por el equipo original de cineastas que trabajó con Burton y Selick, tras un intenso proceso de digitalización dirigido por los técnicos de Industrial & Light. Disney también editó una nueva versión en DVD en tres ediciones distintas: la de coleccionista, con dos discos; la de coleccionista en Blu Ray con contenido extra, como documentales de cómo se rodó la película, un poema de Burton y un paseo por Frankeweenie, la nueva película aún sin estrenar del director; y la edición deluxe, que incluye dos discos, barba y gorro de Santa Claus, libreto de ocho páginas y un chip reproductor de frases de Jack Skellington, todo dentro de una caja-ataúd. Un buen regalo que hacerle a los amantes de Tim Burton y Pesadilla antes de Navidad.

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